José Sacal: México es una cuna de artistas
Sergio Campos | 17, mar 2013
José Sacal Micha es un importante escultor mexicano. Su trayectoria artística consta de más de 40 exposiciones individuales; su trabajo es reconocido en México y en el resto del mundo por su particular estética. Es el primer latinoamericano en instalar una escultura en una plaza pública en la ciudad de Shangai, China en 2007. Es miembro fundador de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes, Tecnología y Humanidades, AC, también es integrante del Salón de la Plástica Mexicana, de la Sociedad Defensora del Tesoro Artístico de México AC y de la sociedad de Artes y Letras de Europa. Estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La esmeralda”, fue premiado en la Bienal Internacional de Florencia, Italia en 1998; recibió mención honorífica en la Bienal Internacional, Toyamura, Japón en 2002.
¿Recuerda el primer momento o algún momento que haya motivado su interés por el arte? ¿Cómo fue?
Mi vida está regida por el arte, se puede decir. Lo que pasa es que todos hacemos arte sin saber que lo hacemos. Muchos hablan del arte pero nadie entiende, yo creo que el arte es algo intrínseco que todos traemos.
¿Cómo fueron sus primeros contactos con el arte?
Desde niño. Cuando otros niños iban a jugar fútbol, yo me quedaba a jugar con la arena o con la plastilina, entreteniéndome. Mi mamá se dio cuenta de que tenía talento para dibujar, y me puso por un tiempo un maestro de dibujo. Posteriormente, cuando yo estudiaba preparatoria es cuando entro directamente a la escuela regional de Bellas Artes en Cuernavaca y allí es cuando vamos a decir, mis primeros trabajos en Bellas Artes, con un maestro que nos enseñó todas las técnicas de los óleos y las artes plásticas.
¿Qué lo llevó a especializarse en la escultura?
Yo creo que la facilidad, la facilidad de hacerlo. Cuando tomé clases de escultura con el maestro Zúñiga, me dice: “a ver, haz algo” y me puse a modelar algo, entonces me dice: “pues tú no necesitas una directriz, ya lo traes intrínseco, entonces, si te atoras, me preguntas”. Así es como me di cuenta de que me salía libre, muy fácil.
¿Tiene algún artista plástico que le inspire, influya o haya influido en su formación como artista?
Sí, varios. Hace algún tiempo falleció la última, la maestra Leonora Carrington, con la cual trabajé los últimos años de su vida. Venía a mi taller y yo creo que algo absorbí de ella porque en los últimos años mi obra ha cambiado un poquito, siendo típica al principio, y ahorita dicen que hasta un poco surrealista. Yo creo ha sido por una influencia muy fuerte.
Pienso que algo tiene de influencia Leonora, inconscientemente, porque antes mis animales eran más serios y los últimos son muy relajientos.
¿Qué estimula su ser creativo?
Yo creo que algo que ya trae uno adentro. Siempre estás tratando,pensando en novedades, explorando. Somos niños exploradores y todo lo nuevo es una belleza, una maravilla. Hay que meterse, hay que introducirse: a veces se lleva uno chascos, pero a veces hace uno descubrimientos padrísimos.
¿Cuál es su visión del arte contemporáneo mexicano?
Todo artista debe tener una línea, una escuela. Uno no puede ser artista de la noche a la mañana nada más porque algo se le ocurre. Siento que eso lo hace un poquito vano, ya sea aquí en México, o en el mundo completo, que hay artistas que ya lo traen dentro, que son autodidactas. México es una cuna de artistas, somos muy famosos en el mundo por el arte, somos muy conocidos por la música, por la cultura.
Además de su aportación estética, ¿ha participado o pensado participar de manera directa en la docencia del arte?
No soy buen profesor, no tengo la paciencia. Cuando vengo aquí (su taller), yo no me pongo a enseñar, me pongo a hacer lo mío y cada quien hace lo propio. No soy buen maestro. Yo creo que el mejor maestro es aquel que se pone a hacer lo que el aprendiz quiere hacer y si alguien desea verte y aprender cómo lo haces.
El arte es un reflejo de las sociedades y la visión de las mismas por parte de los artistas. ¿De qué manera podemos encontrar esa visión dentro de su trabajo?
No estoy muy interesado en eso, yo lo que hago es divertirme. Si la gente va a divertirse con mi arte o con lo que yo hago, adelante. Lo importante es la pasión de hacer, con eso me siento pagado.
¿Algún consejo o experiencia que pueda compartir con los artistas jóvenes para los cuales es referencia, influencia o inspiración en el arte?
Que gocen lo que hacen, que no dejen de hacerlo porque venimos a esta vida más bien a gozarla, no tanto a querer ser prominentes o a querer ser triunfadores; yo creo que los triunfadores son los que gozan lo que hacen de alguna manera. Ése es mi consejo hacia los artistas, que gocen lo que hacen, pero si les hace falta dinero o algo para comer, que busquen otros caminos a través de algo que les guste no tanto, pero que no les disguste tanto para que sean felices en este mundo.
Caminando entre las oníricas esculturas de su taller, el maestro Sacal nos muestra un mundo que va más allá de la realidad. El trabajo de este gran artista mexicano engalanó con sus figuras largo tiempo la estación Salto del Agua, las cuales ahora se encuentran en Museo Iconográfico del Quijote, en Guanajuato. Sin embargo, aún podemos ver su trabajo en la estación del metro Pino Suarez o sobre Insurgentes Sur, salpicado a la ciudad no sólo con arte, sino con sus increíbles visiones materializadas.